miércoles, 10 de abril de 2013

Escasez y seguridad alimentaria en Venezuela

Por Econ. L. Valentina Trujillo







Escasez se define como una situación en donde prevalece un escenario de insuficiencia de recursos fundamentales para satisfacer las necesidades de un individuo, una persona o de un grupo más amplio como puede ser una sociedad, una comunidad, entre otros.  Hemos observado con creciente preocupación el aumento de la escasez de un grupo de alimentos, pero también de medicamentos, de productos de aseo personal, y muchos otros bienes como repuestos de vehículos, materiales de construcción entre otros.





Algunas cifras en Venezuela

Según cifras del Banco Central de Venezuela El indicador de escasez se ubicó en 20,4% en enero, a la vez que el de diversidad disminuyó de 160,4 a 90,5. En el año 2010 el indicador de escasez se mantuvo alrededor del 10% lo que pone en evidencia un franco deterioro de este indicador.

Según la publicación entorno inteligente: seis de los 33 rubros que mide el Banco Central de Venezuela (BCV), en su índice de escasez, cerraron en diciembre con escasez grave (más de 40%), mientras que otros nueve tuvieron escasez significativa (entre 21% y 40%). Aceite de girasol (86,1%), azúcar (78,1%), la harina de trigo (76,8%), los aceites mezclados (67,1%), el aceite de maíz (56,8%) y la harina precocida de maíz (43,3%) tuvieron escasez grave a finales de 2012.  En noviembre de 2012, la harina de trigo registró una escasez significativa de 28,9% y en diciembre subió a 76,8% según el reporte. 

Los nueve alimentos que registraron escasez significativa en diciembre fueron jamón de espalda (36,6%), café molido (34,9%), partes de pollo (33,3%), leche en polvo (33,2%), pollo (31,5%), queso blanco (29,7%), margarina (28,6%), leche pasteurizada (22,1%) y queso guayanés (21,5%). La escasez se acentuó más en partes de pollo, café molido y margarina, de acuerdo con el BCV.  Basta salir a hacer compras para comprobar que aún existen niveles de escasez en algunos de estos rubros mencionados, un hecho completamente lamentable que afecta a los consumidores.

Implicaciones legales

El fenómeno de la escasez de alimentos que se vive en de manera creciente en las últimas semanas en el país, no es más que el síntoma de una errática política en el ámbito agroalimentario.  Políticas que a expensas de la renta petrolera han ido desarticulando y desacelerando la estructura productiva agroalimentaria del país. Favoreciendo la importación de alimentos en detrimento de nuestra soberanía agroalimentaria. 

Hablar de escasez de alimentos, es hacer referencia inmediatamente a un concepto vital para todas las sociedades humanas definida en la Cumbre Mundial de la Alimentación en Roma en al año 1996 como Seguridad Alimentaria. En este sentido, se dice que existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar a cabo una vida activa y sana, FAO (1996).

La seguridad alimentaria es un derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948. La carta magna consagra en su artículo 305 expresa que: El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente a éstos por parte del público consumidor.

Dimensiones de la Seguridad Alimentaria

El concepto de Seguridad Alimentaria incorpora cuatro dimensiones con son necesarias tomar en cuenta, estas son: disponibilidad, acceso a los alimentos, utilización y estabilidad. 

La disponibilidad de alimentos se refiera a que existan cantidades suficientes de alimentos de calidad adecuada, suministrados a través de la producción, o de importaciones representa la oferta de alimentos. El acceso a los alimentos tiene que ver con la posibilidad de las personas de tener recursos adecuados para adquirir los alimentos representa la demanda. Utilización biológica de los alimentos a través de una alimentación adecuada, agua potable, sanidad y atención médica, para lograr un estado de bienestar nutricional en el que se satisfagan todas las necesidades fisiológicas.

Este concepto pone de relieve la importancia de los aspectos no alimentarias en la seguridad alimentaria, que incluyen temas como la inocuidad de los alimentos, su calidad, los servicios sociales, el acceso a la salud, entre otros. Por último la dimensión de estabilidad que implica que el  acceso a alimentos adecuados debe ser estable, es decir deben estar presentes en todo momento. No deben producirse episodios de escasez.

Estabilidad hace énfasis en que no se debe correr el riesgo de quedarse sin acceso a los alimentos a consecuencia de crisis repentinas  de tipo económica o climática. Lo que trae a concluir que los episodios de escasez repetitivos que hemos estado viviendo son atentados contra la Seguridad Alimentaria de nuestra población y son evidencias claras de importantes deficiencias de políticas públicas en el ámbito de la seguridad soberanía alimentaria.

Elementos a considerar

Una agenda de políticas públicas en seguridad y soberanía alimentaria debe tomar en consideración los siguientes elementos: 
  1. La necesidad de fortalecer la capacidad de producción nacional, sin excluir las importaciones pero orientado a disminuirlas a niveles más aceptables de dependencia, ya que en estos momentos nuestro país posee niveles de dependencia crítica. Siendo el indicador de dependencia externa superior al 30% (Narvaez 2012).
  2. Fortalecer los niveles de autonomía alimentaria, ya que estamos expuestos a las fluctuaciones de precios del mercado internacional  agroalimentario en un período de altos precios de alimentos. Los niveles de autonomía alimentaria en estos momentos son muy bajos.
  3. Promover políticas públicas a nivel de desarrollo rural que promuevan el desarrollo agrícola con una visión sostenible.
  4. Mantener las políticas de apoyo al acceso a los alimentos pero construirlas en base a una solución más estructural. Más allá de los planes de ayuda alimentaria y subsidios alimentarios. Promoviendo la generación de empleos dignos y la mejora del salario que se materialice en un aumento del poder adquisitivo de las familias.
  5. No utilizar los alimentos como instrumentos de coacción y proselitismo político.  En este sentido, a comienzos del siglo XXI, en el año 2002, se realizó otra reunión internacional en  Roma denominada Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después, con el  propósito de hacer seguimiento a los acuerdos de la Cumbre de 1996 En esta Cumbre se reiteró la solicitud de no utilizar los alimentos como presión política o económica.

Vídeo: Entrevista telefónica al presidente de FEDECAMARAS
Venezuela sufre el desabastecimiento de alimentos.

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